Café Tacvba - Diente De León
16 August 2020Album: Jei Beibi
¡Buen día songbirds! Bienvenidos a una edición más de este musical blog, que algún día volverá al día que indica su nombre, pero que por el momento hace lo que puede 😁. Éste fin de semana traemos a sus oídos a una de las bandas latinoamericanas más importantes de las últimas décadas, que nos ha sorprendido con un tema muy profundo. Con ustedes, Café Tacvba.
La banda: Asociar a Café Tacvba con los hits que sirvieron de música de fondo de mi generación sería, la verdad, hacerles flaco favor, además de tirar por la borda una extensa carrera que ya va abarcando 3 décadas e ignorar la huella que han dejado en la música latinoamericana contemporánea. La banda se formó allá por los años 80, tocando en un garaje de Ciudad Satélite, en México, con un lineup que hasta ahora se mantiene, salvo adiciones para colaborar en la grabación de nuevo material o en las giras: Rubén Albarrán en la voz y la guitarra rítmica, Emmanuel del Real en los teclados, y los hermanos José Alfredo (Joselo) y Enrique (Quique) Rangel, en la primera guitarra y el bajo, respectivamente. Saltaron a los escenarios en el año 1989, dando sus primeros conciertos en el club El Hijo Del Cuervo y recorriendo luego Ciudad de México con su sonido. Es en estos primeros conciertos donde su música captura la atención del productor y compositor Gustavo Santaolalla, quien les ayuda a conseguir un contrato con Warner Music para el lanzamiento de su primer álbum, Café Tacvba, en el año 1992. Si bien este álbum se promovió como "rock en español", dicha etiqueta no le hacía justicia a la variedad estilística de su música, que se desplazaba sin temor entre géneros como el punk, ska, hip-hop, e incluso géneros típicos mexicanos como el norteño o la ranchera. Esta audacia estilística y capacidad para saltar de un género a otro se vería reforzada y amplificada en su segundo álbum, Re, que vería la luz dos años después, en el 94, y que traería consigo muchos de sus éxitos más recordados, como La ingrata, Las flores y El baile y el salón. Sin detenerse ante su gran éxito, dos años después lanzaron Avalancha de Éxitos, un mini-álbum compuesto de covers de canciones conocidas de varios artistas latinoamericanos, como Juan Luis Guerra y Leo Dan, al más puro estilo de Café Tacvba, estilo el cual ya empezaba a tomar forma, a pesar del eclecticismo de la banda.
Tendrían que pasar 3 años esta vez hasta la siguiente creación de la banda, Revés / Yo soy; este plazo más amplio obedeció primero a que la banda se tomó un breve descanso antes de encerrarse en el estudio a experimentar con música electrónica ambiental, y luego a que su disquera, Warner Music (aún), no estuvo de acuerdo en sacar un álbum únicamente de música experimental, y finalmente acordó con la banda lanzar un álbum doble: un disco compuesto de la música experimental que pretendían sacar en un inicio, y un segundo disco con temas más convencionales, para el cual echaron mano de material que habían compuesto pero que aún no había visto la luz. El resultado final les dio tanto a la crítica como al público mucho que disfrutar y discutir, y le dio a la banda un Grammy latino como Mejor Álbum de Rock.
El siguiente trabajo de la banda, Cuatro Caminos, vería la luz cuatro años después (graciosa coincidencia 😄) y los vería entrar con el pie derecho en el nuevo milenio; no contentos con una gran entrada, estos muchachos han sabido mantenerse activos y sumar hitos, años y álbumes a una carrera que acaba de superar las tres décadas, si empezamos a contar desde sus primeros conciertos en Ciudad de México, y que los asienta como uno de los actos más influyentes en la música latinoamericana.
La canción: es parte de su último álbum de estudio, Jei Beibi, y tiene una cadencia muy lenta, una introducción con notas muy suaves de la guitarra y una percusión muy sutil, que luego dan paso a una letra casi susurrada; no es sino casi hasta la mitad de la canción que ésta toma vuelo y nos lleva en un viaje similar al de la flor titular, sobre el viento de la melodía de la canción. Todo esto sirve como apoyo a una letra profunda e introspectiva, una grata sorpresa para quienes recordamos más a Café Tacvba por temas más ligeros como los de su segundo disco.
¿cómo la descubriste?: Gracias, nuevamente, a los Tiny Desk Concerts de NPR; mientras buscaba música para acompañar el home office, encontré en la lista de videos de la cuenta en YouTube de NPR, un video que correspondía a la presentación de Café Tacvba en este segmento organizado por esta radio pública estadounidense. Curioso y gratamente sorprendido, le di a "reproducir", y después de la movida Olita de Altamar, vino este gran tema, que me atrapó casi de inmediato y casi por completo.
¿qué es lo que más te gusta de la canción?: Me gusta mucho la melodía, lo cadenciosa que es la canción, casi solemne; pero lo que más me agrada - y lo que más me sorprendió - fue la letra: para alguien que recordaba a Café Tacvba principalmente por sus letras juguetonas y despreocupadas de sus éxitos de los 90s, encontrar una letra tan profunda e introspectiva ("quiero guardar silencio para escucharme bien / dejar de ser un sordomudo de mi propio ser / poder vivir en armonía otra vez") fue una muy grata sorpresa.
¿algo más?: obvio 😆 La abundante y variada carrera de los Tacvba tiene suficiente material para dejarlos entretenidos por un buen rato; si además son de la generación en la que MTV pasaba música 🤣, les agradará saber que Café Tacvba es el primer grupo latinoamericano que ha grabado 2 conciertos en el conocido formato unplugged; ambos se encuentran en Spotify (que no nos auspicia pero algún día lo hará 😆), y si no, seguramente podrán encontrarlos en alguna otra plataforma.
Y si les interesa escuchar su participación en los Tiny Desk Concerts, el video en cuestión está aquí.
Eso es todo por este fin de semana. Tengan una gran semana, y que la música los acompañe 🤟🏼.